Yarti Gumbez (Jarti Gumbez)

En el confín del mundo, entre las vastas extensiones de la cordillera Alichur-Yug, existe una pequeña granja llamada modesta y misteriosamente Jarti-Gumbez. Es un lugar donde el tiempo se detiene y la historia susurra sus secretos a través de los siglos.

Los arqueólogos han llegado a la conclusión de que Jarti-Gumbez fue el hogar de generaciones de personas mucho antes de nuestra era, allá por la Edad de Bronce. Han desenterrado pruebas de la época escita que han dejado su huella en la tierra. Sólo podemos imaginar qué historias y destinos esconde cada piedra, cada objeto descubierto bajo la capa del tiempo.

Pero Jarty Gumbez no es sólo un lugar de artefactos antiguos. Es un lugar donde la naturaleza derrocha generosidad. En medio del árido paisaje se extiende una fuente termal sulfurosa, como un oasis en el desierto, que llama a los cansados viajeros al descanso y la renovación.

La vida en este pueblo fluye con calma y mesura, como en un antiguo cuento de hadas. Diez casas, cada una con su propia historia y habitantes, creaban un acogedor nido familiar en los confines del mundo. Los hospitalarios residentes siempre están encantados de recibir a los viajeros, compartir el calor de las historias y una taza de té aromático.

No lejos del pueblo, a un kilómetro y medio hacia el norte, se cobija un antiguo cementerio donde descansan las almas de los antepasados. Es un lugar donde el silencio se impregna de eternidad y el viento transporta los susurros del pasado.

Dzharty Gumbez no es sólo una granja en el mapa. Es un lugar donde la historia y la naturaleza se encuentran, donde viven la memoria del pasado y la esperanza del futuro. Es un lugar donde cada piedra cuenta su propia historia, y cada soplo de viento trae nuevos misterios y secretos.